El satélite Mundofonías capta y retransmite ondas musicales de todo el mundo e incluso de distintas épocas: sones ancestrales moteados de electrónica; rituales eternos en el Nilo; ecos del Báltico, del Mediterráneo y de Brasil; encuentros galaico-flamencos; danzas para saltar fronteras (entre Mauritania y Senegal, entre Turquía y Grecia…), o músicas perdidas y encontrada en los archivos de Somalia.