La crueldad del nazismo y el horror del Holocausto son retratados en el proyecto “Silent tears”, a través de la memoria viva de las víctimas, alumbrando poemas y canciones que se están presentando en diferentes países, como nos explica Dan Rosenberg, cocreador de este proyecto. Frente a esos horrores y los que afrontan en la actualidad muchas gentes y pueblos, la belleza de la música no parece un arma muy poderosa, pero igual sí, ya que nos recuerda que otro mundo es posible. Nos acompañan músicas que nos llegan de tierras ibéricas, azeríes, kurdas, canadienses, peruanas, cubanas, italianas, senegalesas, malienses, burkinesas, finesas, marroquíes y francesas.